Lámpara de piel humana hallada en el Campo de Buchenwald. |
Olga Lengyel fue una mujer húngara víctima del Holocausto producto de los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial, ella después de sobrevivir difícilmente a los sucesos desarrollados en el Campo de Concentración de Auschwitz redactó acerca de lo ocurrido, y se documentó con especificación dejando un bastión informativo crucial en los crímenes atroces contra el aquel indefenso pueblo judío, en su libro Los Hornos de Hitler expone fuertes referencias gráficas acerca de lo ocurrido contra los prisioneros de los campos, desde los enfermizos experimentos realizados por Josef Kramer en Bergen-Belsen, hasta la decapitación masiva de cuerpos para el estudio médico. Retomando la pregunta inicial, y resaltando un total rechazo a la brutalidad, y fanatismo que dieron impulso a estos hechos podemos decir que no hay mejor referencia al Holocausto que la de una víctima directa del mismo. En el Campo de Concentración situado en Bergen Belsen quedaron expuestas las más sólidas muestras del destino final de muchos cuerpos, en el Instituto de Anatomía docenas de cabezas decapitadas dejaban sin pista el paradero de sus cuerpos, posteriormente, con apenas superficiales revisiones a los artículos encontrados, los resultados fueron sorprendentes, como lo es el caso del Campo de concentración en Buchenwald, en el cual entre diferentes objetos (algunos de procedencia desconocida) resaltan pantallas de lámparas hechas con piel humana, y diversos artículos de cuero de la misma procedencia. En diversas notas encontradas en el Instituto de Anatomía de Bergen Belsen, y también en los centros de estudio aparentemente clandestinos situados en Auschwitz se resalta que además de la ya común producción de jabón, la grasa, y piel de los prisioneros también era explotable siendo usada como cuero ordinario.
Estadísticamente es desconocida la cantidad exacta de jabón producida con grasa humana en la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. |
En otras palabras, es cierto decir que además de ser usados como fuente principal de jabón, los prisioneros en los diversos Campos de Concentración Nazi fueron objeto de toda clase de estudios lejos del marco de los derechos humanos; y, además también materia prima en la producción de una pluralidad de artículos caseros mezquinamente concebida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Qué tienes en mente?