La decadencia inevitable del intelecto humano

El hombre moderno sólo vive para 
su propio placer y satisfacción, olvidando que era 
la única especie capaz de hacer algo más que sobrevivir 
sobre la superficie del planeta.
 
La evolución y la epigenética han otorgado al Homo Sapiens Sapiens características raras y de hecho singulares entre todos los animales de la naturaleza terrestre conocida, el intelecto humano es el creador y motor de toda la civilización conocida, la técnica, el método, la maniobra, todas las tácticas usadas por nuestros antepasados, y por todos los que estuvieron antes de nosotros nos han traído a este punto, de significativo avance tecnológico, sin embargo me pregunto:
¿Realmente existe una mejoría en el intelecto humano desde los tiempo de Leonardo daVinci hasta la actualidad?, en término estadísticos muchas organizaciones han medido un marcado aumento del Coeficiente Intelectual, por cuestiones de mejor distribución económica que contribuye por supuesto a una mejor nutrición y desarrollo de las nuevas generaciones, pero ¿es esto suficiente para asegurar la superioridad intelectual en comparación a la de los grandes genios de la historia?, grandes genios que se desarrollaron en ambientes en los que cualquiera de hoy en día no tendría posibilidad, Faraday, Voltaire, Galileo, estos hombres de eras pasadas a simple vista no hubieran tenido más oportunidad que la de un habitante promedio de su época, pero la pregunta importante radica, en  ¿Qué los hacía diferentes a la mayoría?, ¿su coeficiente intelectual?, por supuesto que no, hay muchos individuos con coeficientes altos que se dedican a la labores simples, y sin relevancia científica, es por supuesto un profundo interés de responder las preguntas elementales, y los interrogantes que se desarrollaron de forma quizás espontánea en su cerebro no fueron ignorados por estos individuos, sino por el contrario atendidos con la total atención, preguntas tan simples, como ¿por qué un imán atrae objetos con propiedades férricas?, preguntas así han resuelto las preguntas más grandes de toda la historia, o ¿por qué el sol produce sombras en diferentes ángulos en diferentes regiones del planeta?, cosas que quizás parecerían para muchos en esta época de poca importancia en comparación al afán de sobrevivir y no morir de hambre debido a las condiciones de estas épocas. Y, de todo esto queda una sencilla pregunta, son los hombres de hoy en día similares a caso con todas sus comodidades para investigar y auto-educarse a los genios de estas épocas que sin más recursos que su propio cerebro descubrieron verdades profundas desde entorno de profunda ignorancia y desconocimiento; la respuesta es sencilla: por supuesto que no. El hombre probablemente se siente satisfecho con la comodidad y tecnología de la época, en su mayoría se entrega al hedonismo profundo que otorgan los avances tecnológicos, el hombre en la actualidad sólo vive y en concordancia con el respetado señor Richard Dawkins para preservar sus genes a través del egoísmo, y esto por supuesto es razonable, sin embargo dirijo una pregunta importante para finalizar: ¿acaso todo el sentido posible de esta coincidencia existencia es la preservación de los genes, la reproducción y en el proceso el hedonismo puro, inútil, tan inútil que las funciones de un insecto como la cucaracha se convierten en labores profundamente más importantes para la superficie del planeta?

Sin duda alguna en nuestra época la inteligencia humana se ve frenada por el profundo hedonismo producto de grandes avances tecnológicos de otras épocas, la labor misma del ser humano sobre la tierra es cuestionable, el Homo Sapiens vive para sus propios deseos, sin más sentido que sus propias determinaciones, la perduración es lo único que tiene, pero eso no significa que sea todo lo que haya, todos los humanistas del Siglo XIX sólo proponen salidas a una época como la actual, desde Schopenhauer hasta Hegel  de alguna u otra forma se traduce su filosofía en la senda propuesta para la vida humana, pero se necesita proponer una forma para vivir, o una forma para entender esta dimensión de cosas, es cuestionable cuáles son las prioridades reales para esta especie, ¿perdurar es acaso más profundo que entender?, por supuesto que cómo especie necesitamos seguir existiendo en la superficie de este planeta para tener la posibilidad de seguir estudiando las razones y leyes que rigen esta dimensión, pero también es claro que el hombre de la actualidad no vive para entender, vive para disfrutar. Las estructuras políticas contemporáneas las corrientes filosóficas en su mayoría sólo le proponen al hombre formas de alcanzar su satisfacción y felicidad, mantener al hombre feliz parece un objetivo de toda la existencia, pero quizás, y sólo quizás, hayan verdades más grandes y profundas que ser un Homínido en busca de una banana para liberar endorfinas.  

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