La desigualdad social; ¿la expresión más pura de nuestra sociedad?

La ilustración describe la desigual económica en algunas sociedades 

Al día de hoy cuando se habla de la desigualdad social y las afecciones de esta, la mayoría de las personas parecen estar invadidas por una profunda indignación frente a un fenómeno social, y económico que no es ajeno a otras épocas; pero, ¿significa esto que anteriormente no se han tomado medidas contra un fenómeno que nos distancia social y económicamente a los unos de los otros? o, ¿es qué acaso es una situación que han pasado por alto las instituciones encargadas  de atender estas problemáticas?, aparentemente y debido a las crisis económicas, climáticas, y sociales que se han desarrollado a lo largo de los países con mayor vulnerabilidad económica e inseguridad social, ubicados principalmente en América Latina y África las organizaciones humanitarias, y defensoras de derechos humanos como la ONU han desarrollado organismos de acción que buscan ayudar a las comunidades afectadas por las diversas situaciones; (y) bueno, de cierta forma esto podría defender la idea de que las organizaciones internacionales de derechos humanos si hacen algo en su tarea de velar por la integridad e igualdad de los afectados, pero ¿podría ser esta misión no más que una visión ensamblada frente a un objetivo utópico?, ¿realmente es posible la igualdad de condiciones en un sistema social?,

Censo a la pobreza mundial, fuente de la OCDE.

Cuando se habla  de situaciones como esta, a la que casi ninguna nación es ajena es razonable que para todos sea de conocimiento general la existencia de movimientos minoritarios que luchan por la igualdad de derechos de su comunidad o al menos esto citan en sus discursos, y es que actualmente existen cientos de movimientos sociales que accionan en pro de la defensa de diferentes minorías, movimientos que en su declamación citan constantemente a la desigualdad social, a la discriminación, a la violencia y a la represión; ¿son todas estas las expresiones más legítimas de una sociedad consumida por los escándalos de corrupción y la politiquería?, y si lo son, ¿cómo asegurarnos de la transparencia de las intenciones de estos movimientos?, ¿cuál es la solución concisa a toda esta abstracción ideológica?, es posible argumentar que la desigualdad social, y económica en la que esta sumida nuestra sociedad es únicamente  debido a los altos mandos de la administración y a sus intenciones clandestinas, o podríamos decir también que es únicamente culpa del modelo económico de nuestra sociedad, o podríamos decir también que es el fruto de las influencias religiosas, o las orientaciones sexuales de los senadores en las decisiones del poder público, o incluso si en nuestro caso particular suceden todas estas problemáticas a la vez podríamos atribuir a cada una diferentes rasgos de la desigualdad social de nuestros países pero, y aunque sea cierto que algunos de estos factores generan considerablemente la desigualdad social presente en muchos países; ¿realmente dónde nace la desigualdad social?,¿podría encontrar su cuna en el seno de nuestros hogares?, porque es de conocimiento de muchos la forma como en más de una de las ocasiones puede ser clasificada una comunidad o un individuo únicamente por sus posibilidades de adquisición económica, o por el lugar en el que vive, o por el teléfono celular que usa, o por el coche que tiene, o por la universidad a la que va, si es que acaso puede ir a una, en muchos casos también con palabras como ñeros, guarimbas, malandros algunas personas pueden referirse a otras (generalmente jóvenes en precarias condiciones económicas) creando una fuerte distancia entre la posición de ambas; citando argumentos en contra de su forma de expresarse, a sus conductas, y a sus métodos, a su apariencia, ¿en qué momento existe una consideración sobre su contexto?, ¿no somos nosotros también frutos de un contexto? el famoso término chusma es el que le atribuyen a las condiciones de vida de estas comunidades, e incluso en otros casos sin pensarlo al menos un poco muchas personas juzgan únicamente por jactarse las estructuras ideológicas de las clases bajas; sin pensar por un momento que son estas las más vulnerables a las influencias conservadoras o en muchos casos supersticiosas de las antiguas y menos educadas clases bajas. Ahora, citando de nuevo a la desigualdad social se puede afirmar que va mucho más allá de los sucios procesos de la administración estatal, o de la plata que se roban los políticos corruptos, sino que también puede tener un lugar en nuestros núcleos familiares; no significa esto que se deban pasar en alto las injusticias y cortinas de humo de muchos procesos legislativos y judiciales impulsadas por senadores y jefes de estado, pero se busca hacer énfasis en la problemática de la desigualdad social a un nivel más exacto, porque es que la desigualdad social no es ajena a nadie, de la misma forma como hoy juzgamos a la chusma simplemente por no tener elección sobre el contexto en el que se desarrolló algún día nosotros también podríamos tomar su posición en los ojos de alguien más arriba en el escalafón social y económico siendo nuevas víctimas de un fenómeno que creíamos que no nos tocaba.