Nakano Takeko: La historia de una mujer samurái

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Nakano Takeko escribió en su poema de muerte:
"Cuando pienso en el rango
de guerreros de corazones
incondicionales, sé que no puedo estar entre ellos
a pesar de mi cuerpo(...)
Durante el siglo XIX las excursiones inglesas alrededor del mundo estaban en su apogeo, y fue justamente esto lo que le dio lugar a la abertura económica de países que siempre tuvieron sus vías de mercadeo cerradas, como lo fue el caso del Japón Tokugawa; un país que básicamente se encontraba en otro mundo, la sociedad japonesa comprendía una serie de contextos que parecían extraños para los extranjeros de la época. El comodoro Matthew C. Perry llegó a las costas japonesas en 1852, en una misión inglesa de abertura económica con el Japón casi feudal del momento, el comodoro Perry llegó en el momento del Shogunato Tokugawa a un Japón polarizado por las diferencias ideológicas frente a la abertura económica con los ingleses. El gobierno japonés del siglo XIX estaba dividido por dos autoridades importantes, por un lado el poder imperial ejercido por el emperador, y la Corte Imperial de Kioto,  y en el otro bando la figura más relevante del orden militar japonés, el shogun; durante el periodo Edo en la ciudad del mismo nombre, el shogun Tokugawa centro sus fuerzas al norte de Japón. La posición del shogun frente a la abertura económica era sin duda más amistosa que la del emperador, la confusión tuvo lugar con el bombardeo del comodoro Perry, a las costas japonesas, bombardeo que fue impulsado para presionar al emperador en darle abertura a las vías económicas. Con la llegada de los extranjeros la xenofobia tuvo lugar a través de diversas expresiones políticas, que fueron generalmente impulsadas por el emperador, bajo una sólida intención de devolver el dominio total a la figura del emperador, y deshacer el poder del shogun; debido a esto los aliados del shogun Tokugawa estuvieron en total desacuerdo con la xenofobia de las fuerzas imperiales,  y las opiniones expresadas respecto a la soberanía del shogunato japonés. La figura del shogun a la que eran leal muchos, como lo era el caso de los habitantes del área de Aizu; con el estallido de la guerra las fuerzas del shogun en el norte de Japón se concentraron contra el poder imperial, el shogun Tokugawa confiaba en los extranjeros a quienes les propuso una alianza, alianza que de una u otra manera le dio más tiempo a la resistencia en el Castillo de Aizu, el último estandarte de la resistencia en toda el área comprendida de la provincia Mutsu, la derrota del shogun fue inevitable en un punto de la guerra, la superioridad numérica, y armamentista de las fuerzas imperiales era enorme frente a una muy golpeada coalición al norte. Nakano Takeko, era la joven hija de Nakano Heinai, oficial de Aizu, Nakano Takeko vivió en épocas del periodo Edo, y durante la Guerra Boshin tuvo una muy especial participación durante la toma del Castillo Aizu, ella siempre se destacó por compartir las habilidades por las que eran muy populares sus coetáneos, el dominio de las armas samurái, y especialmente para el que estaban entrenadas las mujeres, el dominio de la naginata, un arma larga y mortífera. Nakano Takeko se desarrolló entre la nobleza del shogunato, y por ende su corazón siempre estuvo del lado del señor Tokugawa, con la llegada de las tropas imperiales a la provincia Mutsu, las fuerzas aglomeradas al norte combatieron fielmente al shogun contra los regimientos imperiales, la linea de fuego era cada vez más cerrada entre la ciudad de Aizu, y la avanzada imperial, se dice que los habitantes del área de Aizu se dirijeron al castillo Aizuwakamatsu, donde con algunas armas de fuego proporcionadas por los extranjeros, y otros muchos sables, katanas y demás se prepararon para un enfrentamiento ya sentenciado a la derrota, Nakano Takeko se encontraba ya dentro de la fortaleza donde demostró su lealtad a Matsudaira Katamori reuniendo un grupo de mujeres armadas únicamente con naginatas dispuestas a defender la fortaleza de Aízu hasta el final. Con las primeras campanadas que avisaban la llegada del ejército imperial muchos samuráis leales al shogun huyeron de Aizu, junto con otros muchos que cometieron el ritual de seppuku frente a lo que creían era una derrota inminente. Nakano Takeko recibió instrucción militar desde muy joven de su maestro Akaoka Daisuke, repitiendo las mismas palabras de honor con las que recitaba el Bushidō a sus nuevas, y probablemente últimas aprendices dentro de la fortaleza. El asedio duró meses, y las personas a las afueras de la fortaleza de Aizu perdían la fe cada vez que veían salir humo del castillo. No fue sino hasta este punto que Nakano Takeko en desobediencia a la milicia de Matsudaira decidió dirigir un grupo de guerreras que avanzaron en campo abierto únicamente armadas con sus largas naginatas, y las docenas de horas de recitales del código de honor de un samurái, una batalla leal frente a los cientos de rifles de las fuerzas imperiales, se cree que fue durante el combate que Nakano Takeko recibió un disparo en el pecho, inhabilitada pidió como última cosa a su hermana que le aplicara el ritual de seppuku propio de los guerreros samuráis, y que salvara su cabeza de las desleales fuerzas del emperador, Yūko su hermana llevó su cuerpo al interior del palacio, donde al finalizar el ritual enterró su cabeza debajo un gran pino, después de llevarla al templo Hōkaij. La valentía de Nakano Takeko fue un símbolo para los traidores, y cobardes que huyeron del frente Aizu, su entrega al código de honor que fue pisoteado en combate por las lineas imperiales. La fortaleza Aizu se rindió después de meses de asedio, siendo el punto de inflexión en la caída del antiguo shogunato.

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